El domingo fue para mí fue un día soñado. Como vivimos muy lejos de las grandes urbes, mi posibilidad de conocer a Maradona era casi una utopía. Hace unos días, leyendo el diario me entero que Diego venía a Santa Fe Capital, en ese mismo instante le pedí a mi marido que saque las entradas. Así fue que en un histórico 5 de agosto tuve "al Diego" ahí, muy cerca.
Me fui preparada con toda la artillería tecnológica (cámara, celulares, pilas, chips) pero olvidé un detalle muy importante, soy un desastre en el uso de nuevos aparatos. Luego de armar todo un plan tipo espionaje con C., me voy al kiosco compro una huevada y me quedo como "comiendo bichitos" porque justo ahí desembocaba el túnel de vestuarios. La seguridad despeja el lugar, logro meterme en la valla del kiosco suplicándole a la dueña que no me saque. Me tiro sobre la baranda, quedo cara a cara con Maradona en el túnel que va a la cancha, grito como una desaforada "Diego, Diego" mientras Los Palmeras (epa!) sonaban a full, aprieto todo para filmar, pero...no registro NADA porque introduje mi dedo en el botón equivocado. ¡Me quería matar! Además mi marido me esperaba del otro lado con el tesoro en mano, bua...un bajón.
Lo cierto es que en mi memoria quedaron grabados los segundos en que "vi pasar a Maradona", mientras mi corazón y mi garganta parecían que iban a estallar. Sé que muchos no lo entenderán, pero lo mío es puro amor y cero juzgamiento.
Y todo el pueblo cantó "Marado..., Marado..."
PD: me encantaría mostrar lo poco que filmé, dos segundos, pero en serio que son dos segundos, eh...pero no sé como carajo se hace.