miércoles, 15 de agosto de 2007

Buscar con esperanzas

A veces me sorprende mi espíritu buscador, parece mentira pero aún está intacto y eso que hace años que busco, busco y no encuentro.
No es que sea obstinada, simplemente creo que es una condición intrínseca de la mujer esta de buscar, y no hay búsqueda posible sin esperanzas. Sería muy contradictorio andar un largo camino sin la ilusión de llegar, no?

Si bien hay muchos momentos donde la luz de la esperanza parpadea, no voy por la vida desesperanzada, que es otra cosa...

Ahora lo que me inquieta es saber dónde terminará la búsqueda...porque no creo que sea infinita. Simplemente espero que sea en un nuevo comienzo.























lunes, 6 de agosto de 2007

Gracias Diego!

El domingo fue para mí fue un día soñado. Como vivimos muy lejos de las grandes urbes, mi posibilidad de conocer a Maradona era casi una utopía. Hace unos días, leyendo el diario me entero que Diego venía a Santa Fe Capital, en ese mismo instante le pedí a mi marido que saque las entradas. Así fue que en un histórico 5 de agosto tuve "al Diego" ahí, muy cerca.

Me fui preparada con toda la artillería tecnológica (cámara, celulares, pilas, chips) pero olvidé un detalle muy importante, soy un desastre en el uso de nuevos aparatos. Luego de armar todo un plan tipo espionaje con C., me voy al kiosco compro una huevada y me quedo como "comiendo bichitos" porque justo ahí desembocaba el túnel de vestuarios. La seguridad despeja el lugar, logro meterme en la valla del kiosco suplicándole a la dueña que no me saque. Me tiro sobre la baranda, quedo cara a cara con Maradona en el túnel que va a la cancha, grito como una desaforada "Diego, Diego" mientras Los Palmeras (epa!) sonaban a full, aprieto todo para filmar, pero...no registro NADA porque introduje mi dedo en el botón equivocado. ¡Me quería matar! Además mi marido me esperaba del otro lado con el tesoro en mano, bua...un bajón.

Lo cierto es que en mi memoria quedaron grabados los segundos en que "vi pasar a Maradona", mientras mi corazón y mi garganta parecían que iban a estallar. Sé que muchos no lo entenderán, pero lo mío es puro amor y cero juzgamiento.

Y todo el pueblo cantó "Marado..., Marado..."

PD: me encantaría mostrar lo poco que filmé, dos segundos, pero en serio que son dos segundos, eh...pero no sé como carajo se hace.