en el difícil camino de la infertilidad. Sí, el día que nos encontramos con Agustina me di cuenta que nunca había sido sólo mi deseo y el de su papá, sino el de TODOS. Atrás quedó esa sensación de "nadie me entiende", "sólo el que lo pasa sabe de qué se trata", "mi marido no me acompaña", "a mi familia no le importa", etc. A sido tanta la gente que la ha recibido con un amor tan grande, que todavía no dejo de emocionarme. Y ahora me encuentro con personas que me dicen que rezaban mucho para que tengamos a nuestra hija, que siempre pensaban que nos merecíamos tener esa bendición, que en determinados momentos no habían sabido como ayudarnos, que nos abrazan con tanta ternura desde el día que tenemos a Agus...que no puedo dejar de decir GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!
Siento que nuestra beba es tan amada por todos...porque en cada gesto, en cada mirada, en cada regalo, en cada comentario sólo puedo ver un inmenso cariño por ella y por nosotros. La verdad estoy muy sorprendida porque hoy puedo asegurar que Agustina siempre fue esperada por TODOS.